viernes, 7 de junio de 2013
Ruinas de San Ignacio Miní
Interior del edificio principal: la Iglesia, diseñada por el jesuita italiano Giuseppe Brasanelli. Con un largo de 74 mts. y un ancho de 24 mts., aún conserva sus pisos orginales. Las paredes de arenisca tenían alrededor de 6 mts. de alto y 2 mts. de espesor.
Ruinas de San Ignacio Miní
En la década de 1940 la reducción de San Ignacio Miní fue totalmente restaurada. Puede verse la típica plaza central y a su alrededor la iglesia, la casas de los misioneros, el cementerio, las viviendas de los guaraníes, así como talleres, almacenes, una capilla y hasta una prisión.
Para la construcción se usaron grandes bloques de asperón rojo, una piedra local. El estilo se denomina barroco americano y presenta grandes columnas que no actúan como soporte de las paredes sino que tienen por fin dar muestras de la grandeza del Dios cristiano.
Misión de San Ignacio Miní
Frente a la fachada del Centro de Interpretación acerca de la interacción entre la cultura jesuítica y la guaraní, que oficia de entrada a las ruinas de San Ignacio Miní.
Esta reducción se estableció en el lugar en el que hoy se encuentran sus ruinas en el año 1696, procedente del Brasil, de donde emigraron a causa de los ataques bandeirantes. Llegó a albergar alrededor de 4000 personas pero, al igual que ocurrido con las demás reducciones, sufrió un ataque por parte de paraguayos que la destruyó en 1817.
Ruinas de Nuestra Señora de Loreto
En la entrada de las ruinas de la misión de Nuestra Señora de Loreto, fundada en tierra misionera en 1632 y abandonada en 1686. Se distinguió por tener la primera imprenta en América, donde se publicaron diccionarios bilingües guaraní-castellano. En 19733 superó los 6 mil habitantes. Lo que más sobresale son los vestigios del templo y la capilla de la Virgen de Loreto.
Al momento de la visita el lugar se encontraba en plena puesta en valor, buscando su preservación y conservación integrada con el entorno. En forma conjunta con Alemania, se están realizando trabajos de arqueología, reconstrucción de monumentos y estructuras complementarias de sustentación.
Arquitectura hormiguística
Uno de los tantos hormigueros con diseño arquitectónico de vanguardia que se pueden encontrar en la provincia de Misiones.
miércoles, 5 de junio de 2013
Ruinas de Santa Ana
A pesar del avance de la vegetación, todavía se pueden distinguir con claridad los escalones del templo.
Ruinas de Santa Ana
Vista de la plaza central, con las ruinas de los muros de lo que fuera la Inglesia.
A diferencia de lo que ocurre en San Ignacio Miní, las ruinas de la misión de Santa Ana no han sido reconstruídas, encontrándose en estado natural.
Ruinas de Santa Ana
Después de dos largos días de viaje, llegamos a nuestra primera parada: las ruinas de la Reducción de indígenas Guaraníes de Santa Ana.
Durante los siglos XVII y XVIII, los Jesuitas llevaron a cabo un proyecto evangelizador en la región guaranítica.
La reducción de Santa Ana fue fundada en 1633 en Brasil pero, debido a las invasiones de bandeirantes que buscaban esclavizar a los indígenas, se vio obliaga a moverse hacie el sur, instalándose en su ubicación actual (a 40 km de Posadas) en el año 1660. Cuando los jesuitas fueron expulsados de todos los dominios de la corona de España en 1767, la misión queda abandonada.
Los jesuitas dejaron atrás alrededor de reducciones: 15 en lo que hoy es Argentina, 7 en el actual territorio de Brasil y 8 en el Paraguay.
Por su gran valor histórico, muchas de las ruinas de estas reducciones han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1984.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)